El uso de recubrimientos para proteger estructuras es una práctica que tiene una larga historia y ha evolucionado a lo largo de los años. Los recubrimientos se utilizaban desde entonces para proteger superficies de diferentes materiales, como metales, madera, concreto y más, contra daños causados por factores ambientales, químicos, físicos y biológicos.
Por ejemplo, en la antigüedad se utilizaban sustancias naturales como cera, aceites y resinas para proteger las maderas y metales de la humedad y la corrosión. Después, la industrialización trajo consigo la elaboración de materiales con mejor preparación y resistencia, y en esta época se usaron pinturas a base de aceite y resinas para proteger diversas estructuras industriales.
Tras un largo proceso de creación y transformación de productos resistentes para optimizar la estabilidad de las grandes y pequeñas estructuras, en las últimas décadas, el desarrollo de recubrimientos se enfocó en la resistencia, durabilidad e incluso el respeto con el medio ambiente.
De esta manera, se han ido creando recubrimientos cerámicos, poliméricos y nanoestructurados con propiedades especiales, como resistencia a la corrosión, propiedades antimicrobianas y autolimpieza.
¿Por qué son necesarios los recubrimientos?
¿Cómo se consigue una edificación segura? En este aspecto, no solo es necesario una arquitectura adecuadamente diseñada, así como un excelente sistema de ingeniería, sino también el mantenimiento que dichas estructuras —tanto externas como internas— reciban.
En este sentido, los recubrimientos son de primera necesidad, ya que tienen una gran capacidad para proteger y preservar la integridad de las superficies expuestas a diversos factores ambientales y al desgaste. Estas son algunas razones clave por las que los recubrimientos son importantes para el mantenimiento de estructuras:
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Protección contra la corrosión
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Resistencia a la intemperie
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Prevención del deterioro
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Reducción del mantenimiento
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Mejora de la apariencia
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Aumento de la vida útil
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Facilitación de la limpieza
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Protección contra productos químicos
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Cumplimiento normativo
Por ello, es altamente necesario analizar el contexto y el estado de las superficies, así como también entablar consultas con los expertos para elegir un sistema de gran calibre de manera que se logren proteger las estructuras y contrarrestar las posibles adversidades externas.
Tipos de recubrimientos
Si hablamos sobre elegir diversos tipos de recubrimientos, la elección del producto dependerá directamente de la situación y aplicación que se le dará. Hay superficies que se encuentran en ambientes corrosivos o expuestas a altas temperaturas o a un tránsito pesado. En cada caso, se necesitarán diferentes materiales que sirvan como sistema de mantenimiento.
En Jet, encontrarás productos según el sector económico de tu empresa, de manera que puedas elegir el revestimiento adecuado de la manera más certera y práctica posible. A continuación, te explicamos qué requisitos debe tener el material según tu tipo de negocio:
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Minería: los procesos de extracción tienen lugar en entornos y ambientes agresivos, por lo que tanto los equipos y maquinarias, como las estructuras de dicha industria deben ser recubiertos con materiales:
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Anticorrosivos
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Resistentes ante químicos
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Resistentes a las altas temperaturas
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Marino: las estructuras marinas (navíos, casetas, cubiertas, tanques, etc.) son unas de las más expuestas al desgaste por corrosión debido a la humedad y el contacto con el agua. Asimismo, es común que organismos vivos se adhieran a las superficies que están debajo del océano. Por eso, si buscas un óptimo mantenimiento para tu industria marina, te recomendamos recubrimientos:
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Anticorrosivos
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Antifouling
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Resistentes al agua
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Con gran adherencia
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Resistentes ante químicos
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Petróleo y gas: en dicho rubro, se utiliza el metal y el concreto para los tanques, líneas de tuberías, plataformas offshore, entre otras piezas y estructuras que pueden verse deterioradas por la corrosión. Para evitar millonarias pérdidas debido a ello, se recomiendan materiales con las siguientes cualidades:
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Resistencia a entornos industriales
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De fácil limpieza
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Anticorrosivos
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Excelente adherencia
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Rápido secado
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Resistencia a los rayos UV
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Señalización: principalmente, el recubrimiento se utilizará para comunicar, alertar y guiar tanto a peatones como a vehículos en las calles. Por ello, las pinturas que se aplicarán para el tráfico de toda la ciudad deben cumplir con estas condiciones:
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Retro reflectividad
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Rápido secado
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Gran durabilidad
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Gran adhesión
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Compatibles con concreto y asfalto
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Resistencia a la intemperie y los rayos UV
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Resistencia al agua y la abrasión
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Alta resistencia al tránsito peatonal y vehicular
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Infraestructura: en términos generales, nos referimos a la industria de la construcción y a las mismas edificaciones. Dichas estructuras deben ser revestidas con recubrimientos:
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Adaptables a distintos climas
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Con buena retención del color
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De gran durabilidad
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De fácil repintado
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Energía: para proteger a los equipos y estructuras en plantas de generación, transmisión y distribución de energía de la corrosión, necesitarás recubrimientos:
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Anticorrosivos
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Resistentes a altas temperaturas
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De protección galvánica
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De gran durabilidad
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Fáciles de aplicar
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Resistentes a la abrasión
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En cuanto a tipos de recubrimientos, encontrarás los siguientes:
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Acrílicos
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Alquídicos
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Alta temperatura
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Antifouling
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Disolventes
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Epóxicos
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Pintura de tráfico
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Poliuretanos
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Ricos en zinc
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Tank Lining
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Pinturas para pisos
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Pinturas especiales
¿Cuáles son las técnicas de recubrimiento?
Existen diversas técnicas de recubrimiento que se utilizan para aplicar capas de material protector o funcional sobre diferentes sustratos. Estas técnicas varían en función de la aplicación específica, el tipo de recubrimiento deseado y las propiedades del sustrato.
Puedes optar por alguna de estas:
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Pintura convencional: es la aplicación manual o automatizada de pintura líquida sobre una superficie utilizando brochas, rodillos o pistolas rociadoras. Puede ser utilizada para fines decorativos o protectores.
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Pulverización (Spray): implica la pulverización de partículas finas de un material sobre una superficie utilizando aire comprimido. Se usa mucho para aplicar recubrimientos en varias industrias, como la automotriz y la industrial.
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Inmersión o inmersión en caliente: es un proceso en donde el objeto se sumerge en una solución líquida que contiene el material del recubrimiento y luego se retira para que el exceso gotee. Esto se utiliza a menudo para aplicar recubrimientos anticorrosivos en piezas metálicas.
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Dip-Spin Coating: similar a la inmersión, pero después del proceso de inmersión, la pieza se coloca en un dispositivo giratorio que elimina el exceso de recubrimiento y distribuye uniformemente el recubrimiento restante.
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Electrodeposición (electrochapa o galvanoplastia): en esta técnica, se sumerge la pieza en una solución electrolítica y se aplica una corriente eléctrica para depositar el material del recubrimiento sobre la superficie. Es común para aplicar recubrimientos metálicos como el cromo y el níquel.
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CVD (Deposición Química en Fase Vapor): implica la reacción química de vapores precursores que se descomponen sobre la superficie del sustrato para formar una capa sólida. Mayormente se utiliza para depositar recubrimientos cerámicos y películas delgadas en aplicaciones electrónicas.
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PVD (Deposición Física en Fase Vapor): implica la evaporación o pulverización de material de recubrimiento en forma de partículas para que se deposite sobre la superficie del sustrato. Usualmente se usa para la aplicación de recubrimientos metálicos, como el oro y el titanio, en actividades como la joyería y dispositivos electrónicos.
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Recubrimientos en polvo: en esta técnica, el material de recubrimiento en forma de polvo se adhiere a la superficie electroestáticamente y luego se cura con calor para formar una capa uniforme y duradera. Se usa mucho en la industria para aplicar recubrimientos resistentes.
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Recubrimientos de plasma: utiliza un plasma (un estado altamente energético de la materia) para aplicar recubrimientos sobre la superficie de un sustrato. Puede lograr recubrimientos más densos y uniformes que las técnicas convencionales.
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Impregnación al vacío: se utiliza para saturar un sustrato poroso con un líquido o polímero bajo condiciones de vacío, lo que permite que el recubrimiento penetre en la estructura interna del sustrato.
En adición, es importante resaltar que, antes de ejecutar el pintado con cualquiera de dichas técnicas de recubrimiento, debes revisar la ficha técnica del producto y corroborar qué estilos de aplicaciones se pueden usar.