Uno de los principales objetivos en un proyecto de pintura industrial, es lograr un acabado uniforme y duradero. Este tipo de acabado no solo mejora la apariencia estética de las superficies intervenidas, sino que también proporciona una protección esencial contra distintos elementos ambientales que contribuyen al desgaste.
Obtener resultados de alta calidad garantizará que los sustratos sean resistentes a la abrasión, la corrosión, y otros tipos de daño, prolongando así la vida útil de los equipos y estructuras. Sin embargo, alcanzar este nivel de calidad requiere una serie de pasos precisos y una atención meticulosa al detalle.
En este artículo, descubriremos como conseguir un acabado uniforme y duradero con pintura industrial. Desde la preparación inicial de la superficie hasta la elección del método de aplicación adecuado y la prevención de defectos comunes, cada etapa del proceso de pintado industrial juega un papel vital.
La importancia de preparar la superficie
Para conseguir este nivel de acabado, deberemos prestar especial atención a la preparación de la superficie. La calidad del sustrato sobre el que se aplicará la pintura determinará en gran medida el resultado final. Una superficie mal preparada puede llevar a una adherencia deficiente, lo que resultará en un acabado irregular y menos resistente.
- Pre-limpieza: el primer paso es limpiar la superficie para eliminar polvo, grasa, óxido y otros contaminantes. Esto se puede hacer con detergentes, desengrasantes o solventes específicos, para asegurar que no queden residuos de aceites o grasas que puedan impedir la adherencia de la pintura.
- Preparación de la superficie: en lugares donde no se puede generar polución o para evitar la contaminación de equipos eléctricos/electrónicos, se realiza una limpieza con herramientas manuales o motrices que, permiten una textura mínima sobre la superficie preparada. En los talleres de fabricación metálica de grandes estructuras se realiza una limpieza abrasiva a presión usando diferentes tipos de abrasivos, los que permiten dejar una rugosidad o perfil de anclaje adecuado, además de lograr la limpieza requerida.
- Imprimación: es importante aplicar una capa de imprimante que sea adecuada al tipo de superficie y acabado que se utilizará. La imprimación mejorará la adherencia de la capa de pintura y ayudará a prevenir la corrosión en superficies metálicas, para ello el espesor de película deberá estar por encima del perfil de anclaje.
¿Qué métodos de aplicación existen?
Para lograr un acabado uniforme y duradero, es importante elegir el método de aplicación de pintura adecuado. Cada método tiene sus ventajas y desventajas, y la elección depende del tipo de superficie, el entorno y el tipo de pintura utilizada.
- Pistola de pulverización convencional: este método utiliza aire comprimido para pulverizar la pintura, logrando una aplicación uniforme y controlada. Es ideal para superficies pequeñas como en el pintado automotriz, ya que proporciona un acabado liso y de alta calidad.
- Pistola de pulverización airless: a diferencia de la pulverización convencional, este método no utiliza aire comprimido en contacto con la pintura. La pintura es rociada por alta presión, lo que permite una aplicación a mayor espesor, más rápida y con un menor desperdicio de material. Es ideal para grandes proyectos industriales.
- Rodillo: los rodillos son adecuados para aplicaciones de pintura en superficies planas y grandes. Aunque no siempre proporcionan el acabado más liso, son eficientes y fáciles de usar. En el sector industrial, se utilizan para el pintado de pisos.
- Brocha: las brochas son ideales para trabajos detallados y áreas pequeñas. Permiten una aplicación precisa, aunque pueden dejar marcas si no se usan correctamente. Se utilizan generalmente, en el mantenimiento de áreas pequeñas, y para retoques en zonas puntuales a reparar.
- Pintura con robots: los robots programables aplican pintura con precisión y consistencia, permitiendo una repetición constante y de calidad, ideal para producción en masa como en la industria automotriz, fabricación de electrodomésticos, grandes componentes industriales, entre otros.
Sin embargo, antes de seleccionar el método de aplicación, es importante considerar distintos factores, como el tipo de superficie, las condiciones ambientales y el tipo de pintura.
- Tipo de superficie: algunas superficies requieren métodos específicos para asegurar una buena adherencia y un acabado uniforme.
- Condiciones ambientales: la temperatura, la humedad y la ventilación pueden afectar el secado y el acabado de la pintura. Por ello, es importante seguir las recomendaciones indicadas en la hoja técnica de cada producto.
- Tipo de pintura: la hoja técnica de cada producto indica los métodos que pueden usar según la estructura, el área y entorno de trabajo.
Causas de los fallos en el pintado
La identificación de los causantes de los defectos en el pintado nos permitirá prevenir la posible interrupción del proyecto de pintura, la necesidad de empezar desde cero y la perdida de recursos valiosos que se emplean en esta clase de trabajos.
El origen de los fallos puede deberse a diversas causas de diferentes naturalezas. A continuación, identificaremos los más comunes:
- Elección incorrecta del recubrimiento: conocer el sustrato en el cual se trabajará es sumamente relevante. Una mala compatibilidad entre el recubrimiento y la superficie desencadenará defectos como una mala adherencia, el desprendimiento de la película de pintura o recubrimiento, etc.
- Contaminación: se debe tener especial cuidado de no contaminar la superficie que acabamos de limpiar, su contaminación o de la película de pintura que queremos repintar, puede generar defectos en la adherencia del recubrimiento. Quizás los problemas no se generen al momento, pero con el pasar del tiempo se pueden presentar.
- Falta de activación: generalmente, los recubrimientos tienen un repintado máximo ¿qué quiere decir? Que, una vez pintado un recubrimiento, tengo un tiempo máximo para aplicar la otra capa. De pasar el tiempo máximo, tendrá que activarse mediante lijado superficial, aplicación de un solvente activo o promotor de adherencia.
Conseguir un acabado uniforme y duradero con pintura industrial requiere una preparación meticulosa de la superficie, la elección del método de aplicación adecuado y la prevención de defectos comunes.
Siguiendo estas prácticas, se puede asegurar que las superficies tratadas no solo se vean bien, sino que también tengan una larga vida útil, resistiendo el desgaste y las condiciones adversas a las que puedan estar expuestas.